ola Queridos ,




Las siguientes palabras fueron pronunciadas por Lame Deer, vivió desde 1890 hasta 1974 y fue un hombre medicina de los Dakotas, una sub-tribu de los indios Sioux.

"SOY UN MEDICINARIO - un wicasa wakan. Hombre medicina es una palabra que inventaron los blancos. Me gustaría que hubiera una palabra mejor para expresar lo que significa "hombre medicina" para nosotros, pero no puedo encontrar ninguna y tú tampoco, así que supongo que tendremos que conformarnos con eso. Un wicasa wakan necesita estar a solas consigo mismo mucho y a menudo. Quiere alejarse de la multitud, de las cosas pequeñas y cotidianas.

Le gusta meditar, apoyarse en un árbol o en una roca y sentir el movimiento de la tierra bajo él y el peso del vasto cielo en llamas sobre él. Así aprende a comprender. Cierra los ojos y empieza a ver con más claridad. Lo que ve con los ojos cerrados es lo que cuenta.

El wicasa wakan ama el silencio, se envuelve en él, como en una manta - un silencio que no es silencioso, que le enseña muchas cosas con su voz de trueno. A un hombre así le gusta estar en un lugar donde sólo oye el zumbido de los insectos. Se sienta, con la cara hacia el oeste, y pide socorro. Habla con las plantas y ellas le responden. Escucha las voces de los wama kaskan, los animales. Se convierte en uno de ellos. Algo fluye hacia él desde todos los seres vivos, y algo también fluye desde él. No sé qué ni cómo, pero es así. Lo he experimentado. Un curandero debe pertenecer a la tierra, debe ser capaz de leer la naturaleza como un hombre blanco lee un libro.

TODO LO QUE COMES está empaquetado en un envoltorio de plástico, está pulcramente cortado y preparado para la sartén, no tiene sabor y no despierta ninguna culpa en ti. Cuando te pones tus abrigos de piel o cuero, no quieres que te recuerden cuánta sangre y dolor han costado. Cuando matamos un búfalo, sabíamos lo que hacíamos. Pedimos perdón a su espíritu y le contamos por qué teníamos que hacerlo. Honramos con una oración los huesos de los que nos dieron su carne para comer, rezamos para que vuelvan a venir, rezamos por la vida de nuestros hermanos, los búfalos, así como por nuestra propia gente.

Para nosotros, toda vida es sagrada. El estado de Dakota tiene sus propios funcionarios de control de plagas. Se suben a un avión y disparan a los coyotes desde el aire. Llevan un registro, cada coyote muerto es anotado en su cuaderno. Los ganaderos les pagan para que lo hagan. Los coyotes se alimentan de roedores, ratones de campo y otros animales pequeños. De vez en cuando se comen una oveja que se ha extraviado. Son los recicladores naturales de residuos, que limpian la tierra de todo lo que es sucio y maloliente. Si te tomas la molestia de domesticarlos, son buenos compañeros de juego. Pero si se mantienen vivos, algunas personas tienen miedo de perder unos centavos, así que los matan desde el avión. Los coyotes estaban en este país antes de que llegaran las ovejas, pero estorban porque no se puede sacar provecho de ellos.

Cada vez hay más animales que se extinguen. Los animales que el Gran Espíritu puso en esta tierra deben irse. Sólo los animales domésticos, sólo los animales criados por el hombre pueden vivir, al menos hasta que los llevéis al matadero. ¡Esta espantosa arrogancia del hombre blanco, que presume de ser más que Dios, más que la naturaleza! El hombre blanco dice: "Dejo vivir a este animal, porque me trae dinero"; y dice: "Ese animal debe morir, no puedo ganar nada con él, el lugar, que necesita, lo puedo utilizar mejor. Sólo un coyote muerto es un buen coyote". Los blancos tratan a los coyotes casi tan mal como antes nos trataban a los indios.



TENGO LA IMPRESIÓN de que los blancos tienen tanto miedo del mundo que ellos mismos han creado que ya no quieren verlo, sentirlo, olerlo u oírlo. Sentir la lluvia y la nieve en la cara, ser congelado por un viento helado y descongelarse junto a un fuego humeante, salir de una cabaña de sudación caliente y sumergirse en un río frío: estas experiencias te demuestran que estás vivo. Pero ya no quieres sentir eso. Vives en cajas que dejan fuera el calor del verano y el frío del invierno, vives en un cuerpo que ha perdido su olor, escuchas el ruido del equipo de alta fidelidad en lugar de escuchar los sonidos de la naturaleza, ves a los actores de la televisión que te hacen creer en experiencias, tú que hace tiempo que has olvidado cómo experimentar algo por ti mismo. Coméis comida que no sabe a nada. Este es vuestro camino. No es bueno.

ANTES DE QUE NUESTROS HERMANOS BLANCOS VENGAN a convertirnos en gente civilizada, no teníamos cárceles. Por esta razón, no teníamos criminales. Sin una prisión, no puede haber criminales. No teníamos cerraduras ni llaves, y por eso no teníamos ladrones. Si alguien era tan pobre que no tenía un caballo, una tienda o una manta, se le regalaba todo eso.